miércoles, 10 de junio de 2015

LOS BENEFICIOS DE LA SALVACION



Verdad Central: El cristiano disfruta de numerosos beneficios, que derivan de su salvación.
Versículo Clave: De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas  pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5: 17

Enfoque:

Describir los beneficios que acompañan a nuestra salvación, y adorar al Señor agradecidos, por un don tan grande.
Bosquejo:

I.- Hechos hijos de Dios
A.- Coherederos con Cristo
B.- Los privilegios de nuestra relación.

II.- Declarados justos en Cristo
A.- Justificados por medio de la fe
B.- Reconciliados con Dios, por medio de Cristo

III.- Sellados con el Espíritu Santo
A.- La marca de propiedad divina
B.- La promesa de la redención futura.

Introducción:
¿Puede causar un impacto espiritual, el hecho de comprender mejor, las riquezas que encierra la doctrina de la salvación?
¡Por supuesto que sí! De hecho, es difícil crecer espiritualmente, si no valoramos de manera significativa, las grandes bendiciones que acompañan a nuestra salvación.
Este estudio, es una buena oportunidad, para dar gracias a Dios, por sus numerosos beneficios.
Desarrollo:
I.- hechos hijos de Dios
A.- Coherederos con Cristo (Juan 1: 12-13), (Romanos 8:17)

12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

P.- ¿Que significa ser hijo de Dios, y quienes son hijos de Dios?

1.- Cuando alguien entra en una relación salvadora con Cristo, su posición ante Dios cambia.

2.- Antes de ser salvo, aunque Dios lo ama, el pecado lo mantiene alejado de Él.

3.- Una vez que recibe el perdón de sus pecados, y es declarado justo, Juan afirma que se le da la “potestad de ser hecho hijo de Dios” Juan 1:12

4.- La prerrogativa de ser hijo de Dios, incluye el convertirnos en herederos de su reino.

5.- Romanos 8:17 afirma: “Y si hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo”.
6.- De la misma manera que es normal, que un hijo herede las propiedades de sus padres, también aquellos que se convierten en hijos de Dios, heredaran su reino.
7.- Por consiguiente, al mismo tiempo que nos regocijamos en la verdad, de que nos espera una gran gloria, también aceptamos que debemos sufrir, antes de entrar en esa gloria.
B.- Los privilegios de nuestra relación (Romanos 8: 14-16)
8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.      
8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
8.- Nuestra posición como hijos de Dios, supone ciertos derechos, y también privilegios significativos.
9.- Entre estos privilegios, se incluyen la relación con Dios, y la comunión o confraternidad que la acompaña.
10.- El Espíritu de Dios habita en nosotros, y debe tocar cada aspecto de nuestra vida.
11.- En Romanos 8: 14-16, Pablo establece un poderoso contraste entre aquellos que son guiados por el Espíritu, y aquellos que andan en la senda del pecado.
12.- Declara que no hemos recibido el espíritu de esclavitud, sino el de filiación.
13.- El primero nos lleva al temor, mientras que el segundo nos da la libertad.
14.- Los cristianos disfrutamos, de esas bendiciones de la filiación divina, y no de las injusticias de la esclavitud, porque confiamos en un Padre celestial eterno y perfecto.
15.- Hubo un tiempo, en que no teníamos ninguna relación significativa con el Señor.
16.- Ahora somos hijos suyos, objetos de misericordia, somos llamados pueblo de Dios. ¡Esta es una transformación realmente maravillosa! Gloria a Dios.

II.- Declarados justos en Cristo.
A.- Justificados por medio de la fe (Romanos 4: 4-8)
4:4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda.
4: 5 Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
4: 6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios justicia sin obras,
4: 7 Diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
4: 8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.

17.- La nueva posición que tienen los creyentes respecto a Dios, no se basa en ninguna bondad o ningún merito que estos posean. Es el resultado de la fe en Jesucristo.
18.- No hay obra humana, alguna también de justicia, que pueda satisfacer la norma la norma santa de Dios.
19.- Esos actos superficiales de bondad, no son más que “trapos de inmundicias” ante los ojos de Dios. (Isaías 64: 6).
20.- Pablo usa el ejemplo de Abraham, para explicar la verdad de la justificación por medio de la fe.
21.- Cita a Génesis 15:6, donde se afirma que Abraham “creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3).
22.- A diferencia del sueldo, que una persona recibe como justa compensación por su trabajo.
23.- La salvación es obra de la misericordia de Dios, y nos es ofrecida como un don. No es algo que podamos ganar, u obtener con esfuerzo (Romanos 4: 4-5).
24.- Ante los ojos de Dios, somos justos por causa de nuestra fe en Cristo Jesús.
25.- Nuestros pecados ya no cuentan en contra nuestra. Cuando Dios nos mira, no ve esos pecados. Ve la justicia de su Hijo Jesucristo.
26.- El pecado y la rebelión de la humanidad fue lo que causo la separación entre Dios y el hombre.
27.- Y por medio de Jesucristo somos reconciliados con El y podemos acercarnos a Él.
28.- La expiación por los pecados, es tal vez la más fundamental de todas las bendiciones, que recibimos por medio de Cristo.
29.- Dios solo se complace de nuestra, como consecuencia del sacrificio de Cristo.
30.- Si antes de la salvación, no era posible complacer a Dios por nuestros propios meritos, ahora que somos salvos tampoco podemos hacerlo.
31.- Nuestra gran esperanza y promesa es, que nos podamos apoyar en la gracia y la misericordia de Dios, que cada día recibimos por medio de Jesucristo.
III.- Sellados con el Espíritu Santo
A.- La marca de la propiedad divina (2 Corintios 1: 21-22)
1: 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios.
1: 22 El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu, en nuestros corazones.
32.- En el mundo antiguo, el sello era la legalización del derecho de propiedad.
33.- Cuando alguien de posición o importancia, enviaba una carta o una encomienda, el sello era la evidencia de la identidad del remitente.
34.- La persona podía saber con certeza, quien había enviado aquello, debido al sello que mostraba.
35.- De una manera muy parecida, Pablo habla del Espíritu Santo, como el sello que ratifica todas las promesas, que disfrutamos en Cristo.
36.- Así como la nación de Israel llevaba en sí,  la marca de la circuncisión, que la distinguía de todas las demás naciones del mundo.
37.- También la presencia, y el ministerio del Espíritu Santo, es la marca del derecho de propiedad de Dios, sobre todos los que han depositado su fe en Cristo (2 Cor. 1: 21-22).
38.- El Espíritu Santo, ha puesto su sello de propiedad, en los miembros del pueblo de Dios.
39.- Como respuesta, los creyentes debemos esforzarnos, por representar la bondad y la santidad de Dios, en todo lo que hagamos.
40.- Además de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida hoy, se nos da la seguridad, de una gran esperanza futura, a través de la presencia del Espíritu en nuestra vida.
B.- La promesa de la redención futura (Efesios 1: 11-14).
1:11 En El asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.
1:12 A fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
1: 13 En El también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en el, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.
1: 14 Que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

41.- En Efesios 1: 13-14, Pablo nuevamente habla de la obra del Espíritu Santo, para reafirmar cual es nuestro futuro eterno.
42.- Aquí se refiere al Espíritu como las “arras”, el depósito inicial que da como garantía, de lo prometido para el futuro.
43.- Este concepto de las arras, era una práctica común en el mundo de los negocios, durante la época del Nuevo Testamento.
44.- Se acostumbraba a ofrecer un depósito a los negociantes, hasta que se presentaba el producto terminado.
45.- Al igual que hoy, este “pago inicial” era garantía de las acciones futuras.
46.- La promesa de vida eterna es crucial para todos los creyentes.
47.- Nosotros experimentamos nuestra redención solo de manera parcial, cuando acudimos a Cristo.
48.- Sin embargo, un día la experimentaremos en su plenitud.
49.- Ahora nuestra comprensión es incompleta.
50.- No obstante, llegara el momento en que abrazaremos plenamente todas esas cosas, que Dios nos ha prometido. (Para nosotros, y a todos lo que le sirven).
51.- El Espíritu Santo obra sobrenaturalmente en nosotros, y por medio de nosotros.
52.- Nos capacita para el servicio, y alimenta nuestro crecimiento en el Señor.
53.- Esta presencia divina, es como una fuente de constante seguridad. De esa seguridad hablo Pablo a los Efesios vv. 11-12.

54.- El solo pensamiento de que somos embajadores de Cristo, tal vez nos llene de temor.
55.- Pero no enfrentamos esta responsabilidad, con nuestras propias fuerzas.
56.- Dios escogió a su pueblo, para que fuera santo, conforme a su propósito y a su voluntad.
57.- Si el derrama su bendición sobre nosotros, no es para que realicemos nuestros propios deseos, sino para que representemos a Jesús.
58.- Como miembros de la familia de Dios, debemos seguir hacia delante, con el poder del Espíritu Santo y en la voluntad del Padre.
Conclusión:
A.- La obra salvadora de Dios en nuestra vida, nos beneficia hoy en la tierra.
B. También nos da la esperanza de una recompensa eterna.
C.- El Señor nos transforma.
D.- Nos da el don de la justicia.
E.- Nos da el poder del Espíritu Santo, para que su obra en nosotros sea completa.
F.- Todo lo que es necesario para llevarnos a su presencia eterna, ya ha sido hecho a través de Cristo.
G.- Solo nos queda creer en Él, y poner en acción nuestra fe, y vivir como hijos suyos.
H.- Alabe al Señor, por la maravillosa y rica salvación, que nos ha dado por medio de Cristo.
I.- Tome la resolución, de vivir en constante reconocimiento y gratitud, por lo que Él ha hecho en usted.
J.- Pida al Señor que le dé el poder y la fortaleza que necesita, para vivir de una manera que le glorifique.
K.- Ofrézcase a Dios, como sacrificio vivo de adoración. CUANDO lo haga, crecerá en su andar con El.

¡BENDICIONES!


por:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario