Todos deseamos una iglesia llena de gente apasionada y ferviente para el Señor. Pasión y fervor que es evidente en un servicio y llena la casa de Dios con alabanzas dignas para un Rey. Soñamos con ser parte de una atmósfera adoración que trasciende el lugar, las luces, y las presentaciones y nos lleva directamente al trono de la gracia de Dios. Algunos dirán que esto es un ambiente de adoración o un servicio con la atmósfera ideal. Prefiero pensar acerca de esto como una cultura de adoración. Tu cultura es quien eres en lo más profundo de tu ser. Es el ADN de tu grupo. En cambio, un ambiente o una atmósfera es algo que está sucediendo a tu alrededor y, por lo general, fuera de tu control.
No siempre tendrás atmósferas o ambientes ideales en tu iglesia. Quizás la gente no respondió a una nueva canción, el cantante canto fuera de tono, el guitarrista le falló a una nota, o el ingeniero de sonido tuvo una mezcla horrible, etc. Todo eso afecta la atmósfera y el ambiente de un servicio.
Si la cultura de tu equipo es perfección, cuando el bajista falla, arruina el servicio. Si la cultura de tu equipo es emoción, cuando la gente no están reaccionando como pensabas, lo verás como un fracaso. Si la cultura de tu equipo es técnica, puedes perder un mover del Espíritu Santo porque quieres seguir el orden o la agenda que planearon de antemano. Todo esto afecta nuestra adoración a Dios.
La cultura de un equipo es muy importante. Es súper necesario que cada uno de nosotros comencemos a crear una nueva cultura en nuestro equipo.
Podemos crear la cultura correcta en nuestros equipos para superar atmósferas y ambientes contrarios a nuestras expectativas.
Es importante entender que no hay manera de unificar a las diferentes culturas que pueden existir en tu equipo. Lo ideal es crear una nueva cultura basada en la palabra de Dios.
¿Cuál es la cultura correcta?
Ahora, con el entendimiento de que tu cultura es quién eres en lo más profundo de tu ser, debes entender, también, que la cultura tiene el poder de definir tus características y tu comportamiento.
Pablo nos pinta una imagen de lo que debe ser la cultura perfecta en Efesios 5. Todo el capítulo es como un manifiesto para la vida cristiana. Pero los versículos claves son versos 1: “Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos.”, y 18 al 20: “No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
Pablo describe la cultura perfecta de Dios así: Un grupo adoradores agradecidos, llenos del Espíritu Santo, quienes imitan a Jesucristo.
Aquí están unas aplicaciones prácticas usando Efesios 5 (digamos “la Cultura de Dios”) como referencia.
1. El perfeccionista
· Problema: Ellos necesitan que todo sea impecable para sentirse lo suficientemente cómodos para adorar a Dios. Un solo error arruina todo el tiempo de adoración y ellos luchan para continuar.
· Solución: Los perfeccionistas viviendo en la Cultura de Dios entienden que Dios los ha aceptado porque los dio Su Espíritu. Aquél que está lleno del Espíritu Santo sabe que no necesita aceptación adicional de Dios. En otras palabras, no tiene que ser perfecto.
2. El Emocionalista
· Problema: Cuando la gente en la congregación no responde como anticipaban, ellos lo sienten como un fracaso.
Esto es precisamente la razón por cual deje “No se emborrachen con vino…” en la referencia de la escritura. La exhortación de Pablo es muy clara; no dejes que algo que “te pueda controlar”, te controle, excepto el Espíritu Santo. Así como el borracho que está operando bajo los efectos del vino y sus emociones, también lo es el director de alabanza que es impulsado solamente por la reacción de la gente. No estoy diciendo que las emociones no toman parte en nuestra adoración. Recordemos que Jesús dijo en Mateo 22, “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Esencialmente eso es con cada fibra de tu ser, incluyendo a las emociones. Pablo simplemente está diciendo, mantén tus emociones en orden por la llenura del Espíritu Santo.
· Solución: El mejor ejemplo de alguien que supo equilibrar sus emociones fue Jesús. Isaías 53 habla de un hombre que no fue gobernado por sus emociones, sino por la voluntad de su Padre. Vs. 7 dice: “Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca.” Jesús pudo reaccionar con sus emociones, pero no lo hizo. Los emocionalistas que viven en la Cultura de Dios entienden, que si Jesús supo balancear sus emociones durante situaciones extremas, entonces una congregación que no está reaccionando como anticipaban, no les perturbará.
3. El Técnico
· Problema: Comienzan cada frase con, “Bueno, técnicamente…”
Tengo que admitir que esta es el área con la que más batallaba, ya que me encanta planear, planear y planear. Cuando las cosas no iban de acuerdo al plan, yo batallaba bastante. Gracias al Señor que esto ya no es un estorbo para mí. Pero yo sé como se siente planear un servicio y de repente el Pastor lo cambia todo. Eso me molestaba bastante! Fallé al no entender que era el Espíritu Santo quien guiaba a mi Pastor en una dirección diferente. Cuando el Espíritu de Dios empezó a llenar mi alma, me di cuenta de lo importante que es darle Su lugar durante un servicio. Y, cuando comencé a hacerlo, cada servicio ha sido una experiencia extraordinaria.
· Solución: Los técnicos viviendo en la Cultura de Dios entienden que la clave de darle lugar al Espíritu Santo es tener una actitud de gratitud. Un corazón agradecido delante del Señor es un corazón humillado, un corazón rendido. Esa es la única manera en que el Espíritu Santo puede tener completo acceso en nuestros servicios.
En Conclusion:
Crear una cultura nueva (la Cultura de Dios) en tu equipo no es fácil, pero por la gracia de Dios, si es posible. Tu equipo podrá superar cualquier atmósfera o ambiente cuando empieces a cultivar esta cultura diseñada por Dios. Las diferentes culturas emocionales, técnicas y/o perfeccionistas quedan cortas en comparación a la cultura perfecta de Dios.
Por: David Reyes
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